Especialmente en esta época del año, cuando el mal tiempo y el frío nos impiden secar nuestra ropa al sol, la secadora se convierte en una herramienta inestimable para nuestra ropa. Por eso es importante saber cómo usarla correctamente y tener la respuesta correcta a las preguntas «¿Cómo la uso?» y «¿Qué programa debo elegir?».
En primer lugar, para evitar dañar la ropa, es importante aprender a leer las etiquetas, separar las prendas según el tipo de tela y prestar atención a las diferentes temperaturas de secado requeridas por cada tipo de tejido. Al adoptar estas sencillas medidas, secarás cada tipo de tela con un ciclo específico; así tus prendas durarán más y siempre se mantendrán en perfectas condiciones.
Uno de los peores errores que cometemos, por costumbre o por pereza, es elegir siempre el mismo ciclo de secado. Aprovecha todas las opciones que ofrece tu secadora: aprenderás a secar con mayor eficacia cada tipo de tejido y te resultará más fácil elegir el mejor programa para ahorrar tiempo y dinero. Usa el ciclo «Delicado» para secar de forma segura tejidos como la lana o la seda, y aprovecha la función «Vapor» para ahorrar tiempo y evitar planchar prendas y ropa de cama. No subestimes la importancia de la temperatura al establecer el ciclo de secado: no solo afecta a la forma en que se seca la ropa, sino que también influye en la eliminación de los ácaros y las bacterias.
Si estás buscando una secadora que ofrezca estas y muchas otras funciones, capaz de completar su tarea en menos de 90 minutos, Candy tiene la solución perfecta para ti. Con sus 7 programas de secado rápido (Diario Perfecto 59’, Diario 45’, Eco 30’, Refrescar, Deporte, Antiarrugas, Carga Reducida), cada uno diseñado para adaptarse a un tipo diferente de carga de ropa, Rapid’Ó mejorará tu calidad de vida ayudándote a ahorrar tiempo para que puedas dedicarlo a lo realmente importa.