Limpiar el horno siempre resulta engorroso; no obstante, es una tarea que debe llevarse a cabo para mantenerlo limpio y en buen estado de funcionamiento, para que cocine nuestros alimentos de forma segura. Resulta cada vez más frecuente oír hablar de los hornos con autolimpieza, casi siempre con poca información adicional. El nombre puede parecer un reclamo comercial, que solo se utiliza para vender más productos sin que suponga una innovación real. Al contrario, el horno con autolimpieza es una innovación tecnológica real: su nombre científico es horno pirolítico y su función principal, que lo diferencia de los modelos no pirolíticos, es precisamente la opción de autolimpieza.
El horno con autolimpieza (pirolítico) puede alcanzar con rapidez una temperatura de 500 ºC aproximadamente, que elimina todas las incrustaciones y residuos de alimentos que permanecen en el interior del horno tras la cocción. Cuando el programa de limpieza finaliza, solo tenemos que utilizar un paño húmedo para eliminar los residuos quemados. Algunos modelos también incluyen un recipiente en el fondo que se puede extraer, limpiar y volver a introducir una vez terminado el programa.
En general, el horno pirolítico tiene más de un programa de limpieza, con duraciones que oscilan entre 1 y 3 horas, dependiendo del nivel de limpieza que deseemos obtener. Por ejemplo, el programa de 1 hora nos permite eliminar los olores desagradables que permanecen tras la cocción de algunos platos, mientras que el programa de 3 horas también elimina la suciedad más incrustada y difícil de quitar.
El horno pirolítico con autolimpieza presenta algunas ventajas en comparación con los demás. Además de facilitar mucho la limpieza, una tarea habitualmente difícil y complicada que ahora se ha vuelto más exhaustiva, el horno con sistema de autolimpieza suele ser más ecológico pues no se precisan disolventes ni otros productos químicos contaminantes para su limpieza.