El lavavajillas es uno de los electrodomésticos más útiles y cómodos en cualquier hogar. Sin embargo, con el uso diario, es posible que empiecen a aparecer señales de desgaste, y una de las más comunes es la aparición de óxido en sus componentes. Ante esta situación, muchos usuarios se preguntan: ¿es peligroso el óxido en el lavavajillas? En este artículo, vamos a analizar si la presencia de óxido supone un riesgo para la salud o para el funcionamiento del aparato, y qué puedes hacer para prevenirlo y solucionarlo.
¿Por qué aparece el óxido en el lavavajillas?
El óxido en un lavavajillas puede aparecer debido a diferentes factores. En muchos casos, las cestas que sostienen los platos y cubiertos están recubiertas de un material plástico que, con el tiempo, puede desgastarse. Una vez que este recubrimiento se deteriora, el metal subyacente queda expuesto a la humedad y, como es natural, empieza a oxidarse.
Otros factores que pueden contribuir a la aparición de óxido en tu lavavajillas son:
- Agua dura: El agua con alto contenido de minerales, como la cal, puede acelerar el proceso de corrosión en los componentes metálicos del lavavajillas.
- Condiciones de humedad: Los electrodomésticos que no se ventilan correctamente o que tienen acumulación de agua pueden desarrollar óxido en el interior.
- Uso intensivo y desgaste: Con el tiempo, los lavavajillas experimentan desgaste en piezas como las cestas, los brazos rociadores o las bisagras, lo que puede provocar la aparición de óxido.
¿Es peligroso el óxido en el lavavajillas?
Llegados a este punto, surge la pregunta más importante: ¿es peligroso el óxido en el lavavajillas? La respuesta depende de la magnitud y la localización del óxido.
Para la salud: En pequeñas cantidades, el óxido no representa un peligro inmediato para la salud. Si alguna parte de tus platos o cubiertos entra en contacto con una pequeña zona oxidada, el riesgo es bajo. El óxido, técnicamente, es óxido de hierro, y pequeñas trazas no suelen ser nocivas para el consumo humano. Sin embargo, si observas que el óxido está presente en grandes cantidades o ha comenzado a desprenderse en trozos, podría representar un problema de higiene. En este caso, es mejor solucionar el problema cuanto antes.
Para el funcionamiento del lavavajillas: El óxido no solo puede afectar a la salud, sino también al buen funcionamiento de tu lavavajillas. Las partes metálicas corroídas pueden debilitarse con el tiempo, causando fallos en el aparato. Además, las partículas de óxido pueden obstruir los brazos rociadores o dañar los filtros, reduciendo la eficacia del lavado y provocando averías más serias.
Cómo prevenir la aparición de óxido en tu lavavajillas
Prevenir la aparición de óxido en el lavavajillas es clave para garantizar su buen funcionamiento y evitar posibles riesgos. A continuación, te ofrecemos algunos consejos prácticos para mantener tu lavavajillas libre de óxido durante más tiempo.
- Mantén el lavavajillas seco
Uno de los principales factores que contribuyen a la aparición de óxido es la acumulación de humedad en el interior del lavavajillas. Después de cada ciclo de lavado, abre la puerta para permitir que el interior se ventile y se seque adecuadamente. Esto ayuda a reducir la posibilidad de que se forme óxido en los componentes metálicos.
- Revisa las cestas y recúbrelas si es necesario
Como hemos mencionado, las cestas son una de las partes más vulnerables al óxido. Con el tiempo, el recubrimiento de plástico puede agrietarse o desgastarse, exponiendo el metal al agua y provocando corrosión. Si notas que el recubrimiento está dañado, puedes aplicar una pintura especial resistente al agua o adquirir repuestos de cestas para evitar que el óxido se propague.
- Usa productos antical
Si vives en una zona con agua dura, es recomendable utilizar productos descalcificadores de manera regular. Estos productos ayudan a reducir los minerales presentes en el agua, lo que a su vez previene la acumulación de cal y la corrosión de las piezas metálicas del lavavajillas.
- Limpia los brazos rociadores y los filtros
Las partículas de óxido pueden acumularse en los brazos rociadores o en los filtros, afectando la calidad del lavado y dañando el sistema. Asegúrate de revisar y limpiar estos componentes de forma periódica. Los brazos rociadores suelen tener pequeños agujeros que pueden obstruirse con residuos, y los filtros pueden acumular suciedad y restos de comida que propicien la corrosión.
¿Qué hacer si ya ha aparecido óxido en tu lavavajillas?
Si a pesar de tus esfuerzos preventivos ya ha aparecido óxido en tu lavavajillas, no te preocupes: aún puedes tomar medidas para solucionarlo. A continuación, te mostramos algunos pasos para eliminar el óxido y restaurar el funcionamiento de tu electrodoméstico.
- Usa un producto específico para eliminar óxido
En el mercado existen productos diseñados específicamente para eliminar el óxido de superficies metálicas. Puedes aplicar estos productos en las zonas afectadas, siguiendo siempre las instrucciones del fabricante. Recuerda que es importante secar bien la superficie después de aplicar el producto para evitar que el óxido vuelva a aparecer.
- Sustituye las partes oxidadas
En casos más graves, es posible que necesites reemplazar las partes oxidadas, como las cestas o los brazos rociadores. Afortunadamente, la mayoría de los fabricantes ofrecen repuestos, y en muchos casos, es posible instalarlos sin la ayuda de un profesional. Esto no solo te ayudará a eliminar el óxido, sino que también garantizará que tu lavavajillas funcione correctamente.
- Aplicar pintura protectora
Otra opción es utilizar una pintura especial para metales que actúe como barrera protectora contra la humedad. Esta solución puede ser útil si el óxido es superficial y solo afecta a una pequeña área del lavavajillas, como los recubrimientos de las cestas.
El óxido en el lavavajillas no tiene por qué ser un problema grave si se detecta y se trata a tiempo. Aunque en pequeñas cantidades no supone un peligro inmediato para la salud, es peligroso el óxido en el lavavajillas si se acumula o afecta al funcionamiento de sus piezas clave. La mejor forma de evitar que esto ocurra es llevar a cabo un buen mantenimiento preventivo: mantén el electrodoméstico seco, revisa las cestas y los componentes, y utiliza productos descalcificadores si el agua de tu zona es dura.
Si ya ha aparecido óxido, actúa cuanto antes aplicando productos específicos o reemplazando las partes dañadas para prolongar la vida útil de tu lavavajillas.
