Lavar la ropa es un proceso sencillo. Hacerlo perfectamente, sin estropear el color de tu ropa y asegurarte de que dure mucho tiempo, es un poco más complicado.
¿Sueñas con un blanco deslumbrante? ¿Con un rojo que se mantenga tan vívido y brillante como cuando compraste la prenda? Sigue los consejos de nuestro blog y tus deseos se harán realidad, lavado tras lavado.
En primer lugar, los blancos siempre deben tratarse por separado, ya que son más propensos a dar sorpresas desagradables al final de un lavado. Sin embargo, ten en cuenta que no todos los blancos son iguales: según el tipo de material, tendrás que establecer una temperatura diferente para preservar su blancura y su brillo. En el caso de las sábanas de algodón, resulta perfecto emplear una temperatura alta de 60 °C, mientras que la ropa de cama de seda (por ejemplo) requiere un lavado en frío.
Para evitar que se decoloren y tiñan otros artículos en la lavadora, las prendas negras también deben lavarse por separado. ¿A qué temperatura deben lavarse? Al igual que con los blancos, la respuesta varía según el tipo de tela. Tu jersey de lana favorito, por ejemplo, nunca debe lavarse a una temperatura alta... de lo contrario, encogerá drásticamente.
Cuando se trata de prendas de color, además de los consejos habituales sobre la temperatura a la que debes lavar una tela (esto siempre se indica en la etiqueta), presta atención a cómo deben separarse. A continuación enumeramos algunos colores, divididos en claros y oscuros, que se pueden lavar juntos en la lavadora.
- Colores claros: rosa, amarillo, salmón, azul claro, beis y lila.
- Colores oscuros: azul, carbón, marrón, burdeos, rojo y naranja.
¿Estás listo para una nueva experiencia de lavado? Gracias a la función Snap & Wash de la lavadora conectada Candy RapidÓ, podrás averiguar qué ciclo establecer de acuerdo con la cantidad, el tipo y el color de tu ropa... ¡simplemente usando tu smartphone! Haz una foto de la pila de ropa y recibirás una sugerencia sobre qué programa es el más rápido y el más adecuado. Una forma sencilla y divertida de ahorrar tiempo y proteger los colores y tejidos.