Tostado y fragante, con un aroma inconfundible... En Italia, así como en muchos otros países del mundo, el café es una verdadera institución: la mejor ayuda matutina para levantarse y empezar el día con determinación, el compañero de nuestras pausas laborales y el broche ideal de una buena comida.
Los granos de café molido se han convertido en un elemento habitual en la industria de la pastelería y los dulces (basta pensar en su uso en el tan popular tiramisú) pero... ¿y en la comida salada? En los últimos años, cada vez más chefs se están dando cuenta del potencial de este alimento y lo están introduciendo en numerosas recetas para mejorar (y no ocultar) el sabor de sus platos.
¡A continuación te presentamos las mejores combinaciones elegidas por Candy para convencerte de que lo uses en tus recetas cotidianas!
- Con carne: es una de las combinaciones que mejor satisface el paladar, especialmente en el caso de la carne a la parrilla. Aquí el café se puede usar para marinar en seco o para facilitar el proceso de caramelizar superficies.
- Con pescado: ¡una combinación inusual que también representa una auténtica explosión de sabor! El café puede ayudar a que ciertos tipos de pescado, como el salmón y el atún, «suelten» la grasa, lo que mejora su sabor cuando se combinan con varias mezclas de especias.
- Con legumbres: una pizca de café combina muy bien incluso con el rústico sabor de las legumbres... ¡prueba a introducirlo en tus cocidos esta temporada!
- Con verduras «dulces»: calabaza, patata y zanahoria... ¿qué tienen en común estas verduras, además de ser la base perfecta para sopas y purés? Allá va una pista: su sabor dulce y (a veces) empalagoso. ¡El intenso aroma del café contrarrestará su nivel de azúcar y dará un giro a tus recetas!
- Con queso: con el queso pasa algo parecido a con el pescado. Si se usa con moderación, el café «contrarrestará» la grasa del queso y mejorará su sabor lácteo sin dominarlo. Después del queso con miel, esta es la siguiente frontera de degustación del queso.
¿A qué esperas? ¡Pon a trabajar tu imaginación (y al café) para darle carácter a tus platos!